Ya llevo una semana aquí en Hermosillo, yujujuuuuy!! Ya me quiero regresar yejejeeeeey!! Ah nosierto, aunque extraño a Carlos, voy a morir un poco… Pero déjenme les platico, les comunico, les mitoteo, les informo, salí el 20 de septiembre a las 6:50 de la mañana, pero como era vuelo internacional, desde las 4:50 ya estabamos en el aeropuerto, como buena mexicana que soy hice las maletas a ultima hora y con ultima hora me refiero a que a las 12 de la noche estábamos haciéndolas, si Carlos me ayudo a doblar ropa, yo de que “ashh Carlos así nomas” y el otro haciendo cuadrados perfectos con las camisetas y blusas, y en lo que el doblaba una, yo doblaba 7 pero pal’lado del lado que es muy feo.
Llegamos y ya habíamos acordado que no nos diríamos nada que pudiera desatar mi llanto salvaje, o sea que todo fue como que un abrazo, un beso bye bye, todo tranquilo, llegue a Madrid a las 8:00am, hacía un poquito de frio, ahí me tuve que esperar hasta las 2:40pm que era cuando salía mi avión a México, lo bueno que me entretengo con cualquier cosa, 11 horas y media para llegar al D.F. uff, espero no haber roncado en el avión, llego al D.F. y también hacía friito, llegue a las 7 y algo de la tarde por la diferencia de horas, y mi avión a Hermosillo salía hasta las 9 y media, y ya llegue a Hermosillo a las 9:50pm y un pinchi calorón me recibió con sus brazos abiertos jajajaaja, también estaban con sus brazos abiertos mis familiares, mis papas no, ellos no sabían nada de mi llegada jejeje.
Pues ya saludando a todo mundo y me dice mi tio Jose: “dianita no te entretengas mucho que tus papás están sin llave” así es, mis papás estaban fuera de mi casa, mi hermano tenía la llave y mi papá ya le había llamado infinidad de veces, cada vez más enojado que la vez anterior por supuesto, mi hermano poniéndole mil pretextos, el caso es que se arruinaron mis planes de ir por unos deliciosos tacos de carne asada, porque nos fuimos, como dirían en Málaga:
"Cagando leches” o sea en chinga, yo ya veía la puerta de mi casa derrumbada por una patada de mi papá, más desesperado pues, el caso es que llegamos, ellos afuera con un carón de querer matar a mi hermano, y ya cuando me ven, pues un escándalo, una lloradera, todos saltando de felicidad jejeje estuvo curado, aunque tenía miedo que a mi papá de la emoción se le subiera el azúcar a 2 millones jajajaja, pero no.
Todavía traigo un poco volteado el horario, si, aún después de una semana, por supuesto que ya he comido tacos, dogos, gallina pinta de mi madre y muchas otras cosas más y bueno, ya me pondré al corriente en sus blogs.