Escribo esto mientras espero a que llegue el veterinario, lo duerma, le inyecte esa sustancia que hará que su bello corazón de perro deje de latir y ya no sufra más.
Esta será una Navidad muy triste en mi familia, sin Duque robándose un trozo de piñata o correteando los fuegos artificiales. Con él, siento que se muere una parte de mi, de todos en mi casa. Lo vamos a extrañar horrores.
2 comentarios:
Lo siento mucho...
Yo siento a mis perros muy parte de mi familia, son mi adoración.
Don Corleone, como a mi pequeño sobrino, y la Nona, como a mi pequeña hija...
Siento sinceramente mucho tu perdida :(
Gracias Fenech, pues en mi casa así siempre han sido, uno más o incluso el miembro más querido por todos jeje, estamos tranquilos porque hicimos lo mejor, para que no sufriera, pero uf, si es muy difícil, o sea llegar a tu casa y que no te reciba, pero bueno, un abrazo!
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